miércoles, 16 de diciembre de 2015

7 Años de Emoción Lunar

Después de varios intentos que hizo la alarma por levantarme por fin a las seis de la mañana lo logro, me dispuse a realizar mi rutina que finalmente llega al punto donde tengo que llevar a mi hija Luna a la escuela, todo normal pero con una pequeña diferencia, hoy es su cumpleaños.

El día de hoy hace siete años vino al mundo en una de esas situaciones donde todo sale no como estaba planeado pero al final de cuentas el desenlace arregla todo, pero no quiero adelantarme. Primero la mañana del día de hoy fue igual de tranquila e igual de fría que las anteriores de este mes, con la pequeña diferencia que había que felicitar a la primogénita (los regalos y el pastel para después). Una pequeña charla, abrazos y besos fueron agregados a la rutina normal -aunque yo sé que debería de ocurrir mas seguido y no solo por los cumpleaños-, luego al dejarla en la escuela derepente me cayo el veinte, como se dice coloquialmente al menos por estos rumbos, ya han pasado 7 años desde que la vi por primera vez, el amor a primera vista si existe, al menos con los hijos.

Emprendi el camino a mi trabajo pensando en ese día, y me dio el pretexto perfecto para finalmente escribir acerca de ese tan especial evento.  Desde principios de diciembre del 2008 ya sabiamos que la llegada aproximadamente sería para el día 24 lo cual pudo habernos ahorrado algo de dinero en obsequios pero no fue así, ya desde entonces se mostro su faceta rebelde, alrededor del día 10 se planeo el parto para el día 16, debido a la escasez de líquido amniotico, pero aún parecia viable el parto natural. Después de una revisión de la doctora se decidio que sí se realizaría el parto ese día sin embargo no estuve presente en dicha consulta, un viaje de ultimo minuto a San Luis Potosí de ida y vuelta me impidio vivir el principio de la aventura y tuve que delegar en mi adorada María el cuidado de mi ya muy cansada esposa.  Esta consulta sucedía mientras yo iba en camino tratando de permanecer concentrado en mi trabajo y no en el hecho de que podría convertirme en papá en cualquier momento y ni siquiera estaba cerca de la familia.  Esto me mantenia preocupado y nervioso pero al mismo tiempo me sentia enfocado en acabar rápido y de buena forma mis labores del día.

Después de una o dos visitas con clientes y un paseo breve por el centro de San Luis Potosí (fue en medio de las visitas no había modo de regresar antes), y una comida donde actue de manera tranquila pero en verdad me encontraba ya bastante ansioso por regresar a donde debería de estar, nos dispusimos a regresar, esto se dice facil pero salimos con rumbo a aguascalientes hasta alrededor de las 4 de la tarde, mis noticias hasta ese momento es que mi esposa sería ingresada para el parto de un momento a otro y yo todavía estaba  todavía al menos a un par de horas de volver a la ciudad.

 Todavía entrando a aguascalientes y ya casi oscureciendo, tuve que dejar a un compañero de trabajo en su casa y también a otra persona que nos acompañaba en el viaje de regreso a su hotel, después de eso por fin me dirijí a la clinica donde iba a nacer mi hija y donde ya se encontraba internada mi esposa, llegue, sufri para encontrar estacionamiento, subi al la sala de espera donde estaba mi esposa, le trataron de inducir el parto pero no lo lograron, así que se decidio recurrir a la cesarea, de ahi tome el relevo, mi mamá y uno de mis hermanos estuvieron presentes hasta ese momento, prácticamente llegue a ser notificado de la operación y a pasar a ponerme mi bata para entrar en el quirófano con mi esposa, me puse un poco nervioso pero al final todo salío bien y no me desmaye ni nada por el estilo.  Fue una experiencia diferente, ver como abren en vivo el vientre de una persona no es tan facil de asimilar aunque lo hayas visto antes en video,  el hecho de que estuviera despierta(pero muy sedada) añadio un toque extra, no hubo que esperar segundos eternos a que Luna empezara llorar, salio llorando de su mamá y la advertencia del doctor asistente fue válida incluso años después, -es una niña y bien chillona-, la acercaron con su mamá y al toque de sus caras se quedo callada por unos instantes, este es el instante más nitido que tengo como recuerdo de la ocasión, puede ser por lo que represento para mí, era la culminación de nueve meses de espera, fueron apenas un par de segundos pero se sintieron como algo más, una conexión mágica que no puede ser explicada con mi corto vocabulario, y a la vez me parecio lógico, acababan de ser separadas de tajo y ese momento de reunión fue de tranquilidad para ambas.  Acto seguido la llevaron a limpiar y entonces volvio el llanto por unos minutos, después mientras "cerraban" a mi esposa me pidieron que acompañara a la enfermera a llevar a la niña al area de incubadoras y cunas de los recien nacidos.  Solo hubo algo que notar, mi molestia porque la enfermera que llevaba a Luna cargada tenía sus cubrezapatos, por llamarlos de alguna manera, desaborchados, obviamente no pasó nada malo, sin embargo apesar de lo capaces que puedan ser, no me parecio correcto que lo hiciera de esta manera.

Para este día Lluvia y yo ya sabiamos que sería una niña pero nadie mas lo sabía así que cuando llegamos al área de cunas la noticia de una nieta más les llego de sorpresa a mis padres que ya estaban ahi esperando.  después de unas breves felicitaciones pasamos al cuarto donde estaría Lluvia en recuperación durante la noche y una parte del día siguiente.  Después de un rato llego la co-protagonista de la historía, la instalaron en su cama y por medio de un monitor le dimos otro vistazo a nuestra hija cuando la cambiarón a su cuna, después de la hora y fracción que pasó en la incubadora.  Después del pesado día de ajetreo, más para Lluvia que para mi eso si, mis padres se fueron a casa y nos quedamos mi esposa y yo, trate de dormir lo más que pude pero fue dificil debido al constante trajin de enfermeras que entraban y salían del cuarto haciendo sus chequeos de rutina sobre mi esposa, en atención no me puedo quejar, el precio es otra cosa.  Mi esposa duró sedada la mayor parte del tiempo, no completamente, solo lo suficiente para evitar el dolor,  pero al menos estuvo comoda.  Y sin embargo soy yo el que tiene problemas para recordar, para ese momento no recuerdo si estuve presente la primera vez que le llevaron a mi hija a Lluvia en el cuarto, o por cuanto tiempo, siendo honesto mi mayor preocupación en esos momentos era mis esposa, la veía muy maltratada y deje aunque suene mal la atención a mi recien nacida hija en segundo plano. Yo tuve que ir a reportarme al trabajo a la mañana siguiente, a darme un baño y otras cosas que de momento no recuerdo, lo que si recuerdo es que ahi mismo le pusieron sus primeros aretes a Luna, nos dieron una foto poco favorecedora de ella todavía un poco hinchada :P, tratamos de manera muy insistente que dieran de alta a Lluvia ese día, y al final se logró, insisto no tengo claro lo que pasó el resto del día completamente hasta que fue hora de retirarnos, hubo algo de malentendido con la cuenta del hospital pero al final salimos de ahí casi 24 horas después del ingreso de mi esposa el día anterior.  Ya para ese momento había hecho su aparición triunfal la mama de Lluvía y nos acompaño a Lluvia, a la bebe y a mi propia mamá de regreso a la casa de mis padres, donde sería nuestra guarida por poco más de un mes, debido en gran medida a mi viaje inminente al extranjero.  Ese sería el tenor de la mayor parte de la etapa como bebe de Luna, un papá ausente por trabajo y una madre agotada.  Aun me siento un poco culpable por esto.

Tengo pocos detalles que agregar sobre el evento y hay uno en particular que prefiero guardarme para mi, pero igual que en el nacimiento de mi segunda hija me faltan detalles que solo la madre de mis hijas puede revelar.

Luna me has hecho mejor persona, me has enseñado muchisimas cosas, es tu cumpleaños, pero solo felicitarte por tus siete años no es suficiente, muchas gracias por todo lo que nos has dado.

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